Historia

Mi historia comienza en enero de 1985, cuando una prima mía me dijo que les iba a pedir a los reyes Magos un cassette de Valeria Lynch. Yo me copié y los Reyes me trajeron "Cada día más". Unos dias después, partí con mis padres a San Bernardo. Justo Valeria estaba dando recitales e insistí tanto para ir que tuvieron que llevarme. Al otro día, papá y yo paseábamos por la calle principal y la vemos, comiendo en el restaurante del Hotel Chiávari. Nos quedamos y cuando estaba en la recepción, entré a saludarla. Después, esperamos a que saliera y desde su colectivo me seguía saludando. Siguieron comprándome todos los cassettes que iban saliendo, porque a mí me encantaba.

En el año 90, en un viaje a Buenos Aires, fuimos al show de "Energía", canté y salté toda la noche, estaba desbordada. Con mis padres esperamos casi 2 horas a la salida del Opera, porque yo la quería ver, pero salió rapidísimo.

En 1992, ya con 14 años, vine sola al recital de "Sin Red", cuando terminó, lo busqué a Héctor Cavallero y le dejé una carta que había escrito para Vale. Volví a Dolores y a los tres días llegó una respuesta, no lo podía creer. Luego más y más cartas, hasta marzo del año siguiente cuando ella fue a dar un recital allá. Como el presidente del club que la contrató es amigo de mi abuelo, aproveché la oportunidad para no perderme nada. Presencié el ensayo, fui a la cena con todo el equipo y ahí me presenté y Vale me dijo: "¿Yo a vos te escribo no?", nos sacamos varias fotos y fuimos al recital.(ese es uno de los días inolvidables de mi vida).

En julio de 1993, cuatro meses después, viajé a Buenos Aires para ir al show en el que ella celebraba 20 años de carrera. En el hall del Opera, me acerqué a Héctor, que me reconoció enseguida, y le mostré las fotos de Dolores. Entonces me dijo que cuando terminara el show lo esperara, así le mostraba las fotos a Vale. Eso hice y entré al camarín por primera vez, loca de emoción.

En octubre de 1994, fue el recital de "Caravana de sueños", yo había seguido escribiéndome cartas y ya todos me conocían, así que no fue nada difícil entrar al camarín a saludarla. Un año después, no me quise perder "El Beso de la Mujer Araña" y como eran dos funciones en una noche y fui a la primera, no pude verla porque tenía que prepararse para la otra función. Siempre traté de no perder contacto mediante las cartas.

En 1996 salió "De regreso al amor" y en julio del 97, Vale hizo el show. A esa altura, yo ya me había mudado a vivir a Buenos Aires, lo que me permitió estar mucho más cerca de ella. Tampoco me perdí el recital gratuito en el Luna Park, ofrecido por Cablevisión en el día de la Madre de ese mismo año. Como vivo a 8 cuadras de la Escuela, voy bastante seguido a verla. Por supuesto ella siempre me recibe con una sonrisa y no pude creer lo fanática que soy. Como tal, no dejé de ir a ver "Lucía, la maga", rodeada de chicos, sólo miraba extasiada a Vale cantando.

Después de 4 años, por fin sacó un nuevo CD. En septiembre del 2000, llegó "Algo Natural". Fascinada como estaba, me colé en el Divino Buenos Aires en la fiesta de presentación. Con una entrada ajena, me presenté y finalmente me dejaron pasar. Valeria no lo podía creer, Hebe (su secretaria) menos. Ahí me enteré que el recital iba a ser en diciembre, así que una mes antes saqué la entrada para el día del estreno, para no perder la costumbre. Me emocioné hasta las lágrimas, como suele sucederme al verla cantar en vivo. Y en el camarín me saqué más fotos, que continúan empapelando mi dormitorio. ("Ya tenés 75000 fotos conmigo", dijo Vale.)

En enero del 2001, pasé unos días en Punta del Este y justo ella daba un recital, al que por supuesto asistí. Al ver a Hebe en la entrada le dije: " no me digas nada, soy la sombra de Vale" y se reía. En el camarín, Vale me abrazaba y estaba tan contenta como yo de que estuviera ahí, terminamos hablando por radio, para una FM, ídola y fan juntas.

Ahora estoy en contacto por E-mail y siempre entro en su página para saber novedades. Así fue que me enteré del homenaje que le hacían en "La botica del Angel" y fui corriendo a verla. Esto fue el 19 de mayo y desde ahí que no la veo, porque viajó a Miami, convocada entre las grandes divas de Latinoamérica. Esta es en pocas palabras mi historia como fanática de Valeria Lynch, historia que como se darán cuenta no me canso de contar y cada vez que lo hago me emociona más.